Dibuja el camino completo desde cómo llega un cliente potencial hasta cómo entregas, cobras y das soporte. Identifica puntos de fricción, cuellos de botella y pasos sin valor. Mantén el mapa visible y simple, para inspeccionarlo a diario. Prioriza lo esencial: captación, calificación, propuesta, entrega, facturación y seguimiento. Este ejercicio revela oportunidades de automatización precisas, evita improvisaciones costosas y te permite alinear trabajo diario con tus metas.
Define pocas métricas que puedas revisar rápidamente: tiempo de ciclo por servicio, tasa de conversión por canal, tasa de respuesta, tiempo hasta el primer valor y flujo de caja semanal. Muestra los números en un tablero único y reacciona con cadencia. Si baja la conversión, ajusta el formulario o el mensaje. Si sube el tiempo de ciclo, simplifica pasos o agrega una automatización. Métricas claras evitan decisiones por intuición y fomentan mejoras continuas pequeñas.